UN LLAMADO A SUPERAR NUESTRAS LIMITACIONES AUTOIMPUESTAS Y ALCANZAR NUESTRAS METAS. El medio social en que nos criamos nos programa con creencias falsas sobre nuestro potencial. Crecemos desarrollando un pensamiento que nos repite que “no podemos”, que “no lo lograremos”, que “es imposible”, que “tenemos que conformarnos”, que “perdemos el tiempo”. Son frases asesinas de sueños y aspiraciones que inocentemente nos repiten padres, amigos, profesores… Y, sin embargo, la única verdad es que tenemos un potencial ilimitado. Es claro que el potencial no basta: hay que entrenar, pulir, enfocar, potenciar y desarrollar nuestros talentos, dones y capacidades. Pero eso está a la distancia de una decisión, de una voluntad, de una acción consistente. Sin embargo, vemos a miles de personas desperdiciar su potencial, vivir con precariedad y amargura, incapaces de salir de un círculo de pobreza y desamparo. Y convencidos de que no pueden. El triunfo reciente del mulato norteamericano Barak Hussein Obama en las elecciones de los Estados Unidos, lo impensable, lo inesperado, lo sorprendente, es simplemente el reflejo de que las limitaciones son autoimpuestas. Lo que todos pensaban imposible sucedió. Nada nos limita sino nuestro propio pensamiento. Y, como dijo en una ocasión el gran Franklin Delano Roosevelt, a lo único que hay que temer es al miedo mismo. Este excelente libro de Wayne Dyer, así nos lo recuerda:
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